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LA SABIDURÍA TOLTECA

La tolteca fue una cultura precolombina que existió en el sur de México. Los toltecas se asentaron en Teotihuacán, su ciudad sagrada, y su apogeo tuvo lugar entre los años 900 y 1200 d.C. Dicen que tuvieron una notoria influencia sobre los mayas. En un viaje a México D.F.  descubrí por casualidad el libro Los cuatro acuerdos del Doctor Miguel Ruiz,  el cual combina la cultura indígena tolteca con ideas más actuales afines a la vida moderna. En él destaca sobre todo una premisa que me encanta; para ser feliz primero deberías tomar la decisión de serloLos cuatro acuerdos se pueden equiparar a un manual práctico para vivir conforme a unos principios universales liberadores. El tolteca representa el arquetipo del guerrero espiritual, que lucha contra su propia mente para vencer las mentiras de la domesticación, vence sus demonios internos para ser más feliz.

Ser un tolteca es una forma de vivir en la cual no existen los líderes ni los seguidores, donde tú tienes y vives tu propia verdad. Un tolteca se vuelve sabio, se vuelve salvaje y se vuelve libre de nuevo. 

Es posible que esta sabiduría que se ha ido transmitiendo de generación en generación en familias naguales, una especie de brujos o chamanes, se haya desvirtuado un poco hasta llegar al Dr. Ruiz, pero lo que tengo claro es que es útil y de plena actualidad. Lo podríamos equiparar a algo parecido a una técnica de inteligencia emocional, una actitud frente a la vida y una filosofía. De esta forma un tolteca sería un artista del espíritu que crea y recrea con amor las historias que se cuenta a sí mismo mejorando su percepción de los hechos.  Y también un guerrero espiritual, que con atención plena y disciplina refrena sus emociones y juicios, y elimina los acuerdos basados en el miedo. Veamos el detalle de estos cuatro acuerdos.

El primer acuerdosé impecable con tus palabras. Este acuerdo es el más importante y el más difícil de cumplir. Ser impecable con tus palabras, y ¿por qué con tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, sin juzgarte ni culparte. No utilices tus palabras para ir en tu contra, utiliza tu energía correctamente, en el camino de la verdad y el amor por ti mismo. Habla con integridad. Di solo lo que quieres decir. De esta forma, la impecabilidad de tus palabras te llevará a la libertad personal, al éxito y a la abundancia. Tus miedos desaparecerán y se transformarán en amor y alegría.

El segundo acuerdo: no te tomes nada personalmente. Nada de lo que hacen los demás es por ti. Lo que otros hacen o dicen es una proyección de su propia realidad. Cuando eres inmune a las opiniones y acciones de los demás, dejarás de ser víctima de un sufrimiento innecesario. Normalmente lo que duele no es lo que te han dicho, sino las heridas que tienes y que han rozado con lo que te han dicho, eres tú mismo quien se hace daño. Deja de tomarte todas las situaciones de forma personal y empezarás a romper muchas cadenas que te hacen sufrir.

El tercer acuerdo: no hagas suposiciones. Todos tendemos a hacer suposiciones. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos las tomamos personalmente y acabamos muchas veces haciendo un gran drama de nada. Comunícate con otros tan claramente como sea posible para evitar malentendidos. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento. Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras se volverán impecables. Con solo este acuerdo puedes trasformar tu vida completamente.

El cuarto acuerdo: haz siempre lo máximo que puedas. Este acuerdo es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. En cualquier circunstancia haz siempre tu mejor esfuerzo así evitarás el juicio propio, el abuso propio y el arrepentimiento. Lo mejor de ti cambiará de un momento a otro. Si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio. Si haces lo máximo que puedas en todo vivirás con gran intensidad.

Los cuatro acuerdos son un resumen de la maestría de la trasformación. Para mantenerla necesitas una voluntad fuerte porque vayas donde vayas descubrirás que tu camino esta lleno de obstáculos. Por esta razón es necesario que seas un gran guerrero, debes defender los Cuatro Acuerdos con tu vida. Tu felicidad, tu libertad y toda tu manera de vivir dependen de ello. Desde que descubrí este conocimiento procuro aplicarlo y realmente he visto que funciona, a veces las cosas no me salen tan bien como yo había  previsto pero gracias a esta enseñanza ahora puedo volver a empezar desde el principio sin juzgarme ni hacer suposiciones. ¿Te atreves a poner en práctica estos acuerdos? Creo que hoy podría ser el primer día del resto de tu vida.

Categorías:Relatos

Francesc