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HOMBRES IMPERFECTOS

He llegado a la madurez y puedo decir que me siento realizado. Pero estoy harto de intentar demostrar la perfección de los hombres. Quiero reivindicar a los hombres imperfectos. No quiero seguir viviendo bajo el modelo de hombre súper masculino, protector, macho alfa, con mil virtudes y cero defectos, triunfador, arrogante, avasallador… y un largo etcétera. Sólo oigo hablar del empoderamiento de las mujeres, pero ¿y los hombres?

A mi me gustan los hombres imperfectos. Hombres que pueden sacar su parte masculina pero también su parte femenina. Hombres con derecho a estar tristes, a no ser un ejemplo de fortaleza eterno. Hombres que reconozcan sus debilidades, que manifiesten públicamente que a veces necesitan ser ayudados. Hombres que tienen días nublados. Hombres que lloran. Hombres que ríen. Hombres que tienen temores. Hombres que tienen preocupaciones. Hombres que necesitan un hombro sobre el que apoyarse. Hombres que desean una pareja con la que compartir. Hombres que cometen errores. Hombres a los que les asusta la soledad. Hombres que saben lo que es sentir la frustración. Hombres que saben lo que es la vergüenza. Hombres a los que les gusta amar, hombres que quieren ser amados. Hombres que saben lo que es sentir pena, hombres que saben lo que es sentir alegría.  Hombres que conocen la tristeza. Hombres que quieren tener esperanza. Hombres que han convivido con la desesperación. Hombres que saben que están vivos. Hombres que reconocen que aún tienen mucho por mejorar. Hombres que no están hechos sino que cada día se hacen. Hombres que a veces dan un paso adelante y dos atrás y no pasa nada.

Estos hombres imperfectos son para mi los más perfectos.

Estamos acostumbrados a ciertos modelos o estereotipos y esto no siempre encaja con las necesidades del momento. Me explico. La mujer ha evolucionado en los últimos años a un ritmo muy rápido. La famosa igualdad aún no existe pero creo que estamos yendo por un buen camino. Pero los hombres no han evolucionado igual. Se han quedado estancados en modelos muy anticuados. No me gustan estos modelos. Son anacrónicos e injustos. Los hombres necesitan dar un paso adelante y reivindicar sus imperfecciones. Sólo así podrán avanzar en la dirección que la actualidad nos exige.

Cuando me miro ahora en el espejo estoy contento. No reconozco al Pablo de hace unos años. He cambiado mucho. Es ahora que me doy cuenta de mi evolución. Soy consciente de todas mis imperfecciones, de mis defectos y de mis taras. Y me gustan.  Sé donde están y sé donde duelen. Y también sé como afrontarlas. Ya no las temo. He aprendido a convivir con ellas sin que me lastimen. Mis imperfecciones me han hecho evolucionar pero también me han enseñado a apreciar las imperfecciones de los demás. Hoy ya no busco a gente perfecta, prefiero a gente que se sepa imperfecta. Personas que quieran mejorar a pesar de sus imperfecciones, que avancen, que se construyan cada día. Vivimos en la sociedad de la mediocridad, la sociedad líquida la llaman, pero con ideales de perfección. La mayoría de la gente no se esfuerza en mejorar como personas, viven con rutinas mediocres y en absoluto de forma esférica. Tienden a idealizar la perfección. Y no estoy de acuerdo. Tenemos que tomar consciencia de que somos imperfectos y que nunca llegaremos a ser perfectos. Lo único que nos acerca a la perfección es reconocer nuestras imperfecciones, intentar mejorarlas y convivir con ellas.

La perfección es un estado abstracto que para mí debe ser aburridísimo.

Imaginemos que cada uno de nosotros lo hace todo bien y es absolutamente maravilloso con todo y con todos, ¿si todos fuésemos iguales que alicientes tendríamos? Ninguno. Lo fantástico de vivir es llegar a darte cuenta de tus imperfecciones. Reconocerlas y apreciarlas para ir poco a poco mejorando en tu convivencia con ellas. Ha llegado el momento de que los hombres demos el gran paso. Hagamos públicas nuestras imperfecciones, sintámonos orgullosos de ellas. Tenemos el derecho a reivindicar que no somos perfecto. Estamos en la situación ideal. Hoy podemos afrontar este reto con la tranquilidad de saber que nuestra sociedad esta preparada para aceptar este modelo. Se necesitan hombres imperfectos para hacer más perfecta a esta sociedad. Creo que ha llegado la hora de que te apuntes al club de los hombres imperfectos. 

Categorías:Relatos

Francesc