El concepto de Almas gemelas es tan antiguo como la historia humana. Los hombres siempre han sentido la necesidad de buscar algo que llene el vacío de su interior. Platón ya hizo referencia a ello al hablar de los seres andróginos. Seres que tenían dos rostros, dos sexos y cuatro extremidades. Zeus los castigó dividiéndolos en dos partes y desde entonces esas almas están en permanente búsqueda para encontrarse. La mitología japonesa cree que las personas cuyos destinos están marcados están conectadas mediante un hilo rojo que une sus meñiques. Este hilo puede enredarse o estirarse, pero nunca se romperá. Los celtas afirmaban que al principio solo hubo un alma. Luego esta se dividió en muchas más para llenar el mundo. Al final cada una de ellas hizo su propio camino creciendo en sabiduría y conocimiento. Pero las que nacieron juntas y son gemelas en el amor solo tienen un único deseo, reencontrarse en su paso por la tierra. Si seguimos indagando veremos que en todas las culturas hay referencias a las almas gemelas. Y yo estoy completamente convencido de la certeza de esta idea.
¿Cómo puedo identificar a mi alma gemela? Hay un montón de señales que te están indicando que algo diferente pasa. En primer lugar esta relación no es como ninguna otra. Sientes que amas a tu pareja en su totalidad. Nunca amaste así. Amas incluso sus rincones más oscuros y dolorosos. No hay secretos entre los dos, puedes leerle con los ojos el alma. Es imposible juzgarla, aunque te lastime y te haga daño. Tienes un plus de compasión nuevo en tu corazón y aceptas absolutamente todo de ella. El contacto físico es diferente, nunca habías sentido esto, te traspasa la piel, te llega al corazón. Hacer el amor es una experiencia extrasensorial. Las coincidencias no paran de suceder, conectáis en todo y parece que todo se ha conjurado para uniros. También es probable que haya encuentros y desencuentros durante vuestra vida, incluso de tiempos prolongados, pero el destino os juntará otra vez cuando entienda que estéis listos para la intensidad y entrega que requiere esta unión. Serán periodos dolorosos, pero son los de mayor aprendizaje, ya que cada uno puede poner el foco en lo que sea que tiene que sanar. Ambos saben que un día volverán a encontrarse, aunque no se lo hayan dicho y nada esté escrito. Llega un momento en que aparece incluso cierta semejanza física, de comportamiento, gestual, de pensamientos, etc. Es posible incluso que rasgos que nunca te hubieran gustado en una persona ahora te resulten atractivos. También es probable que uno esté espiritualmente más desarrollado que el otro, no pasa nada, siempre estarán comunicados porque sus almas lo están, aunque se comuniquen por pensamiento, telepatía o a través de los sueños. Estas almas cuando están juntas desprenden un magnetismo especial, emanan amor. La gente es consciente del hilo energético que las une. Mirarse a los ojos puede ser a veces demasiado abrumador. O no pueden dejar de mirarse o ni tan siquiera pueden mirarse. En realidad es un amor que nunca muere, la vida les ha dado un don, estén juntos o separados. Estas almas seguirán buscándose vida tras vida para recordarse y volverse a amar.
Vivo esféricamente y me considero una persona afortunada. Creía tener a mi alma gemela localizada. Cuando cruzamos la primera mirada ya reconocí de inmediato que era ella. Recuerdo perfectamente aquel primer encuentro, me atendió detrás de un mostrador haciéndome esperar unos minutos prolongados, mientras nos observábamos clandestinamente. La conexión fue instantánea.
Aún hoy me cuesta reconocer que quizás era un amor imposible que me hizo vivir fragmentos de tiempo perfectos.
Fueron muchos años intensos, pero que llevaban desde el inicio fecha de caducidad. Y corrí el riesgo. Tengo claro que una vida sin riesgo es una vida no vivida. Aunque sepas que determinadas experiencias pueden suponer un alto coste. Creo que hay que asumirlo y arriesgarse, aunque caigas. También aprendes al levantarte y así caminas cada vez con mayor seguridad. Los amores perfectos no existen. Se trabajan día a día afrontando costes e invirtiendo tiempo y esfuerzo. Es posible que haya grandes amores condenados a ofrecerse un gran sufrimiento, pero si es tu alma gemela os encontraréis siempre. Dice Paulo Coelho que todos tenemos un gran amor, una persona que perderemos siempre. Alguien con quien nacimos conectados, tan conectados que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirá, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarán de intentarlo … Se rendirán y buscarán a esas otras personas que acabarán encontrando. Pero les aseguro que no pasará una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más … Se librarán de él o ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz, pero den por seguro que no pasará un día en que deseen que estuviera aquí para perturbarlos. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
Categorías:Relatos
