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LAS GAFAS DE LA FELICIDAD

Soy miope. Desde mi adolescencia he llevado gafas para ver de lejos. Poca graduación pero la suficiente como para necesitarlas. Durante muchos años sólo disponía de unas. El coste era elevado y no eran tan común encontrar gafas low cost. Y menos cambiarlas como si fueran bolsos o zapatos. Hoy tengo un montón de gafas que me encanta combinar con mi vestuario. Es lo que tiene ser un poco presumido. Pero existen otras gafas que no se pueden comprar en las tiendas. Sólo las llevan unos afortunados. Son las gafas de la felicidad.

¿Cómo puedo conseguirlas?  Las gafas de la felicidad no se compran, las adquieres por tu propia voluntad. Nunca hay dos iguales. Son modelos exclusivos. Se elaboran para cada persona de forma individual. Es requisito imprescindible efectuar un trabajo previo para poder disponer de tus gafas. No es tan fácil como decir “las quiero y basta”. Si intentas ponértelas así no verás nada. Antes necesitas estar preparado. Debes hacer un reset personal y abandonar los prejuicios y las mochilas que llevas arrastrando y que te tienen anclado. Dicen que la felicidad es la ausencia del miedo. Yo lo comparto totalmente. Afronta la vida sin miedos. Aprovecha lo mejor que puedas de cada segundo, de cada instante y de cada momento. Hace tiempo descubrí que la vida tiene cuatro tiempos: presente, pasado, futuro y perdido. Si decides ponerte estas gafas sólo habrá presente y futuro. Obtendrás una visión completamente diferente a lo que hasta ahora habías visto.

Soy un tipo sociable, esto me permite conocer y tratar a mucha gente. Es curioso porque veo a poquísimas personas que lleven estas gafas. Las que llevan en su rostro las gafas de la felicidad enseguida se distinguen. En su cara tienen una expresión distinta a los demás. Su sonrisa es abierta y franca. Su mirada neta y clara te traspasa. Te aportan de inmediato paz y tranquilidad. Sus maneras y expresiones son dulces y pausadas. Todo en su conjunto tiene una elegancia y distinción que les hace diferentes. Ya hace un tiempo que decidí vivir esféricamente y casi en el mismo instante descubrí las gafas de la felicidad. Desde que las llevo mi vida ha dado un cambio radical. Mis visiones ahora tienen otros colores. He descubierto otra forma de ver las cosas y conocer a las personas. Me ha dejado en un estado de bienestar fantástico. Ahora veo mucho más su interior que su exterior. Valoro aspectos que antes eran superfluos o no tan trascendentales para mí. Me encanta conocer el porqué de las cosas, sus causas y sus consecuencias. Me gusta que la gente con la que trato sea feliz y ayudo en todo lo que puedo para que así sea. Me intereso mucho más por los demás. He dejado de mirarme constantemente el ombligo.

Te propongo que abandones hoy las razones del pasado que te impiden acercarte al presente para que tu futuro sea brillante. Haz tu trabajo de limpieza interior, previo y necesario. Luego ve corriendo a buscar estas gafas. Comprobarás que desde el momento en que te pongas las gafas de la felicidad la vida ya no será lo mismo. Además ten en cuenta que no se rompen y se amoldan perfectamente a tu cara. Puedes bañarte con ellas, tomar el sol, hacer deporte, ver de cerca, ver de lejos… En fin tienen mil usos y pasan a ser un elemento que se incorpora a ti sin que te des cuenta. Definitivamente te proporcionan un estado de felicidad que te acompaña permanentemente.

Categorías:Relatos

Francesc