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EL ARTE DE SOLTAR Y DEJAR IR

Soltar y dejar ir se pronuncia fácil y se hace muy complicado de ejecutar. Es difícil salir de una relación en la que lo diste todo, conozco el vacío que se siente. Yo he estado allí. Sé la impotencia que se apodera de uno al querer saber de esa persona: cómo está, si hay algo nuevo en su vida, si piensa aún en mí o si todavía me quiere, si tiene este vacío en el pecho, si ha conseguido pasar página… Una enumeración interminable de condicionales e hipótesis que pueden volvernos locos. Pasan los días, las semanas y los meses, a veces incluso los años, y no puedes evitar recordar momentos que se han quedado huérfanos porque solo os tenían a vosotros como testigos. Recuerdo a un gran amor que siempre se hace presente con determinados sabores. Era un tiempo en el que aprovechábamos la apertura de cualquier nuevo restaurante de Barcelona para generar un recuerdo memorable. La gastronomía se enlazaba con la emoción, la excitación de estar juntos y los sabores innovadores que “explotaban” en nuestro paladar, como siempre me decía ella. 

He llegado a la conclusión, después de algunos tropiezos y observando los tropiezos de otros, que todas estas emociones y sensaciones son normales, estadísticamente hablando. Al final los humanos no somos tan diferentes unos de otros y ahora mismo estás viviendo un luto, necesitas superar el duelo. Has perdido a una persona que era importante para ti, te encuentras vacío y desorientado y nada tiene sentido.

Vivir esféricamente me ha hecho entender que las relaciones son ciclos que a veces toca cerrar. A pesar de que nos duela y nos rompa el corazón.

Las personas cambian, y los sentimientos van de la mano con ese cambio. Es probable que no signifique que esa persona nunca te amo, aunque siempre hay excepciones, sino que simplemente en algún momento dejó de hacerlo. Y esto duele y duele mucho, pero hay que aceptarlo. Nadie puede obligar a otra persona a que corresponda a nuestros sentimientos. Ni tampoco podemos forzar una relación que ya se apagó. No es necesario olvidar a esa persona de un día para otro. Este proceso puede durar mucho tiempo. Nunca es fácil arrancar de nuestro corazón a alguien por completo. Tampoco tiene sentido ir corriendo en busca de un nuevo amor para llenar este vacío. Os aseguro que con esto no se consigue nada, al contrario el efecto es aún peor. No hace falta que pretendas obligarte a pensar que esa persona nunca existió, las experiencias y recuerdos nunca se borrarán. Tampoco es necesario que la odies o le guardes rencor, esto sólo hará que tu alma se marchite más aún y tu energía se desgaste.

Lo que te propongo es que te elijas a ti. Transforma todo el amor que tenías hacia esta persona hacia ti. Tú eres el único que te mereces este gran amor. Cuando empieces a entender que si sueltas y dejas ir tu alma entra en paz verás la vida de otro color. Deja marchar a ese amor, que vuele, que se vaya, sé consciente de que ya no lo necesitas. Es entonces cuando te darás cuenta de que sólo te necesitas a ti. Si te encuentras en esta situación suelta y deja ir, confío plenamente en que la tristeza torna en alegría dándole el tiempo adecuado.

Categorías:Relatos

Francesc